construí muros a mi alrededor, cada vez mas altos y con cada ladrillo mas grueso.
Sus flechas no me afectarían
y sus piedras podrían apenas dañar cuanto había conquistado.
Poco a poco los bastiones se tornaron fortalezas impenetrables, y la torre fue la mas alta, siendo el cielo desde donde era capaz de observar todo.
Lo había logrado... ya los podía ver desde arriba.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario